Déjame recorrer tu boca y saborear tu lengua,
tus besos con deseo y amor, que me vuelven loca,
desnuda ante ti y sin ningún pudor ni vergüenza,
mientras besabas apasionado mis duros pechos,
deseosos de todas tus pasiones mas lujuriosos y
mis pezones con simas apezonadas y tu desnudez,
junto a la mía, que sabes cómo me excita los deseos,
mas eróticos y la humedad de tu piel que me embriaga.
Déjame recorrer tu brillante piel y que me entregue a,
tus pasiones y al fuego desbordante por el deseo,
fue cuando nuestro lecho de amor, parecía un volcán,
en erupción por la excitación de nuestros cuerpos ardientes,
deseosos por el amor y sudorosos, me hiciste creer que,
con los movimientos de tu cintura como mis aguas, eran mansas, tranquilas y fue en ese momento que, mis jugos emanaban por mi cuerpo y me sentí mujer.