Y el antifaz, tan triste aún el ruiseñor,
en las propias entrañas, recopilado,
como un milagro antaño ya sin calor…
alzó tu estancia pura, enamorado.
Con esas mismas ganas, benevolente
alzo tu fiel mirada y reclinado,
dejó su manto de amor, sobre tu frente,
bermejamente alegre… y tan amado.
Sollozando tu estancia y así apartada,
retumbando con desdén su soledad,
casi por amor… llorando ella enamorada
y tu por ella, dejando en sus manos la eternidad.
Con las entrañas cubiertas de terciopelo,
guardas su silencio como un cofre dorado
dejándola llorar cuando le das el cielo,
ella destrozada, y tu… desde lo alto enamorado.
Salutación a una amiga y a su pareja en el cielo.
EstertoR de AmoR
(Sánchez Riveros Yuri Leonard)
Junio - 2010