Se anida en el alma, ¡un dulce recuerdo! y el correr de una làgrima, de tu sonrisa guardo. Una pena grande se me anida, y ese viento gime en su herida. ¡ ya no hay vida! ni tampoco hubo despedida. Fue aquel joven llanero, ¡amigo de mis hijos! de pasos sinceros. de tiernos ojos, avellanos y luceros. ¡Te fuistes un día! quedando triste la mañana. sin sol,ni nubes y caricia, bajo la luz temprana, que llora todavìa. Adiòs muchacho sabanero, adiòs valiente llanero. al canto de tu alma pura, el adiòs de tu llanura. ¡a tu cielo rimero! SOL.