No me acaricies, mi vida!
Con tu voz, con tus manos!..
Porque, hasta que vuelva a verte
Moriré cuando el alba, precipite su salida
Renaceré solo cuando te encuentre
Y la fusión del deseo tan ardiente
Me despierte!.
En esta amada poesía!..
Mi querer, te llevará a las aguas más ardientes
A días con, color, a furias de calor!..
A dedicar solo al sol, plegarias donde vos!.. cuentes
Que sencilla razón, pasaba por su mente cuando ese Dios te creó!
Y hoy, sos la parte más creciente, del amor!.
María Verónica García