Me gusta la gente que te habla cuando te mira de frente, no aquellos que te dan una palmadita en la espalda, y por detrás te clavan la puñalada.Me gusta la gente que te dice a la cara lo que siente,¿por que no muere la hipocresía y llenamos a la gente de alegria?.¿ no es mejor intentar hacer el bien y ayudar que a una persona como pedro a nuestro señor quiso tres veces negar?. ¿ que ganamos con ser falsos, esa mujer, la hipocresia solo es la antesala de nuestros fracasos.
¡ que se muera de una vez la hipocresía y vivamos con sinceridad la vida!. Somos valientes, miremos a la persona que tengamos enfrente y seamos capaces de hablar lealmente.
Los traidores son las serpientes, somos seres humanos, cogeros de las manos, y sembrar de verdad las simientes.
Hablemos con la gente de nuestros sueños, proyectos que se lleva el viento aunque se olviden despues,sentemonos alrededor de una mesa que haya en el centro un corazón,comenzemos mes a mes, nos llenara de emoción.
No,¿ por que mirar a alguien por encima de nuestro hombro con falsedad?. ¿ porque sin conocerla a una persona juzgar?. ¿ por que ensañarnos con el débil hasta la saciedad?
creedme, esto no es una lección de moral, solo quiero que recordeis que detrás de cada persona se esconde un secreto especial.Muera la hipocresía, una lacra de la vida.
La sensación de que se acercó allí para molestarlo, quemaduras en las manos, entra en el ojo, Por la nariz y las orejas y la boca. La hipocresía, mace con las personas hipócritas. Igual a la luz del sol que el alma, entonces, nidos, Yo tenía una pasión, propietario de la pena, La soledad en el sueño poner en su lugar, Un puesto entre su amistad y el amor. Y desde allí, por último, de ti como una reina. Intenso y nació ciego, frágil e inmaduro, Y así fue puro, sencillo, fiel, pero mato las hipocresías. Por si primer sencillo. Creía en el amor, en su poder curativo, Cualquier dolor, sin embargo que estaba experimentando la locura, Mis saludos y mi diez a tu expresión tan clara, La hipocresía el arma que mata lentamente, A los morales e inmorales, Como declararon la querrá los japoneses. Tu admirador incondicional. Ramiro.