El viento de mi BOCA trae un dolor. Mi PECHO se lo trae, en un intenso sufrimiento, por recojer más aire, a mis sentidos sensibles. Se seca mi saliba, y tu sabor, corre mis entrañas. Me congela y me derrito, la turbia emoción, de estar bebiendo de tu BOCA, el fluido que enoja mi CORAZÓN. Pero sólo es mecánica lo que suele mi nariz, pero sólo es mécanica la corriente que acaricia y abrazan mis heridas y tendones. Mis miembros solo amenaza de crespuscúlo, creyendo que es tu CARIÑO. Mis ventanas absorben el encierro, creyendo que es tu voz. Mi dolor siente tu deseo y ausencia, y es tu sufrimiento lo que obtengo. Me agacho para recibir la carta, que recorre en un destello, todos los CORAZONES, y con la lastimadura rueda mi memoria. Impregnando de savia, el suelo de tu CUERPO, tu humedad de LAGRIMÁS, tu ebriedad de herida.