Que profunda satisfacción da la presencia de las estrellas, cuando solitarios, las buscamos en la profundidad de la noche. Así se expande mi alma cuando inquieta, algún destello la ilumina.
He querido echar estas poesías al vuelo, hechas mensajes para ti, luciérnagas cautivas que guardaba mi ser. Humildes, no tienen nada de espectaculares, pero quizás, lleguen a servirte en este mundo ensombrecido y convulso.
Os pido modestamente que aceptéis sus compañías. Ellas hablaran para tu corazón, te contaran muchas cosas de mi naturaleza humana y manifestaran lo que anhelan para ti.
No es complicado comprenderlas. Lo que expresan es sencillo. Las reconoceréis, porque siempre irán a vuestros pies.