Por ti princesa
construí castillos en el firmamento,
grabe a fuego tu nombre en mi pensamiento,
y hasta sané de mi locura.
Dime princesa,
porqué amanece contigo un nuevo cielo,
tus palabras son mi consuelo,
y las penas con agua pasan.
Para ti princesa,
abrí en canal mi pecho,
te di la luz que llevo dentro,
y vacié todo lo que en ella había.
Por ti princesa,
recogí flores en el infierno,
derretí el hielo de mi invierno,
y domé mi salvaje vida.
Mi reino
tu dulzura.
Mi tesoro
tu sonrisa.
Por las noches
ya no hay miedo,
cuando amarras
en mi orilla.
Ni grandes fastos,
ni vidas de película.
Simple y llanamente
tu compañía.