"EXTRAÑO CORAZON"
¡Qué extraño corazón el que yo tengo!
como un clavel que adorna la solapa,
ladrón furtivo que furtivamente
bajo mi piel reposa y se agazapa.
Melómano nocturno de las notas
tan estridentes que al espacio flotan;
maraña de placeres adheridos,
raíz de la ilusión, de los temores,
nido de sueños,
manantial de escarchas.
¡Qué extraño corazón el que yo tengo!
Lágrimas que se asoman a los ojos,
batientes ecos que tamborilean
en la apretada red de mi badana.
El amor vapuleó todas mis alas,
destrozó mis quehaceres y en mi huerto,
bajo la capa oscura de la noche,
sembró cizaña.
Ennegrecido tronco
aherrojado de golpe
ahí donde el dolor tiembla y serpea,
en el vértice rudo de la entraña
mi pobre corazón se tambala,
desbocado,
indigente,
destripado corazón,
sitiado siempre
de temores, de setos y de flores;
sediento corazón apasionado,
húmedo aire baldado en la vorágine
circunstancial del tiempo y de la nada.
Lisiado viento,
frustración de sangre,
que las arterias de pasión ensancha;
precipicio de ausencias e inquietudes,
tumba de las virtudes primigenias,
desorbitado llanto sincopado
al vaivén cotidiano de lo humano.
¡Qué extraño corazón el que yo tengo!
prisionero entre muros y fugado,
siempre inventado fugas
en la prisa del tiempo y un convicto
cuyo delito nunca se ha probado.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos reservados)