Los cielos, los mares, entonan tu ausencia
sobre pequeños cristales, en el fondo del mar,
en lo alto del cielo,
entonan sufriendo, con las manos al viento…
y nada fue perfecto, ni la luna al suspirar.
Las fuentes repletas de belleza y poder
recuerdan tus manos mojando sus lados,
las aves risueñas, la naturaleza de Dios
cantando sus penas te extraña querer.
Los campos verdosos cubiertos de rocío
no mojan tus labios cual frescas manzanas,
los ojos atentos, son miradas vanas…
que murieron con tu amor y lloraron con el mío.
EstertoR de AmoR
Abril - 2007