Te he dado la mitad de mi existencia,
ya acaso mucho más amada mía,
teniendo la esperanza de que un día,
me alumbres con la luz de tu presencia.
Te he dado las caricias que he guardado,
aquellas que negué con insistencia,
te he dado de mis flores, esa esencia,
que a nadie más que a ti, habré entregado.
Y en pago a mis esfuerzos, y cariño,
recibo solamente amada mía,
desaires que me causan desaliño.
Y a un punto decisivo ya he llegado,
pues tanto tu desprecio y tu porfía
no valen este amor que te he entregado a Ana (2003)