No te juzgo,
solo aprieto entre mis dedos
como un simple visionario
la ùltima frase que
callaste de tus labios,
y entonces
como un artero intermediario
traduzco en dolor la
amalgama inùtil
de un nuevo desengaño.
Y no te juzgo,
serìa sencillo como innecesario,
porque no se puede ansiar
cada destino en un
legionario,
y puesto a comprender
tanta elecciòn, tanto diccionario
tanta cobardìa
entre silentes comentarios,
ya no elegirìa lo incondicional
lo parafernalio
solo el simple aturdimiento
entre vientos y entre engaños,
y si no te juzgo
en tanto y en cuanto
no busques entre mi calendario,
serà quizàs un dìa
un dìa que en nuestro
diario
percibas que me perdiste
con ese amor tan necesario,
que hoy ya cerrò el presente
entre adioses y corolarios.