Entró a hacer equilibrio
Genarín en la taberna
y encontró al Toribio
que se había quedao sin ella.
Pues es la puta razón
un vaso tan Redondo,
que cuando hay colocón
el vaso va por el fondo.
Era el Divino Genarín
un ángel de pureza,
hasta que vió el cojín
para sumarse a la terna.
Así que Genarín cayó
y por gorrón se anota,
que él también bebió
de esa puta bota.
Sus ojos vasos de vidrio
buscaba la tinta espuma,
apoyado en el Toribio
las cosa veía tan grumas.
Las palabras,pues,aguantan
en su vacío con el tiempo
cuando la Procesión Santa
se lleva por los adentros.
Un bien,el tinto les dejó
quedó sin gota,la bota
y Genarín exclamó:
¡Esta es otra puta gota!
Cuando le dio el subidón
del ácido,la mezcalina,
rebotó en el rincón,
de la pared a la esquina.
Hablaron,pues,del vicio
y como nacieron en cueros
a Genarín,el Toribio
le pidió el dinero.
Le dijo que hay otra vida
más allá de muerte
y como habrá otra medida
Seguro que tendrá más suerte
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