Que lejos se me fue la tierna infancia,
navegaba en el umbral de tu acogida;
que dulce fue varar en tu marea,
sujetarme a tus vuelos, retenida.
Tú guiabas mis jornadas día a día.
Tu permanente amor, me fermentaba.
Maternal levadura a mi insipiencia,
el amor que tus cuidos me otorgaba.
Hoy, con mis ansias renovadas,
hacerte un homenaje yo quisiera,
como Jupiter a Rhea, le hiciera;
que amorosa en sus brazos le acunaba:
Recuerdo en mis días arder tempestades,
nublarse el paisaje, borrarse mis cauces,
y tu, con tus cuidos, mis llagas lavarme;
cuajar mi sendero con albures de luces
Yo guardo en lo hondo tus sabias palabras
tus dulces abrazos, tu tibia mirada
Te sigo adorando, mi querida MAMA,
y echamos de noche muchas parrafadas.
Todavía tu daño me hace herida,
el recuerdo simplemente me retumba.
Se que hubieras dado tu vida por mi vida
y yo no fui capaz de cuidar la tuya.
No solo hoy te profeso amor de hija,
ya que siempre te sentí como a una madre
Tuve suerte en mi existencia de tenerte,
aunque se que de mi madre eras la madre.
_ P.D.: A MI ABUELA LE DECIAMOS MAMA, COMO MAMÁ PERO SIN ACENTUAR.