Niños de nadie

Son niños de nadie, niños de la calle

de incierta mirada y carita triste

caminan descalzos, duermen en la calle

sus ojos reflejan dulzura y angustia.

Son pobres despojos de la sociedad

y cargan con culpas que no son las suyas

viviendo y durmiendo en la suciedad,

soportando golpes, ofensas y bullas.

Son niños y niñas, no importa su sexo

son niños de nadie, talvez delincuentes,

no tienen cariño y sufren por eso,

quisieran amigos, quisieran parientes.

Y a nadie le importa si viven, si mueren

si padecen penas, si padecen hambres

solo los juzgamos y otros los agraden

con saña inaudita, cual si fueran hombres.

Y son solo niños sin quien los ampare

son tristes criaturas no tienen hogar

no tienen a nadie, no tienen un padre

y en los corazones no tienen lugar.

Quizá muchos de ellos no tienen principios

y son delincuentes, talvez asesinos

de nadie aprendieron los buenos principios

tan solo anduvieron por malos caminos.

Se drogan de noche y roban de día

se sienten tan solos en la oscuridad,

y cuando se drogan buscan alegría

buscan el consuelo y la caridad.

Y yo me pregunto ¿Dónde están los padres?

¿Dónde los culpables de esta cruel verdad?

¿Y aquellas mujeres que se dicen madres?

¿Dónde las conciencias de la sociedad?

Y es que entre estos niños que no son de nadie

existen los niños que tienen hogar

que han sido abusados y huyen a la calle

buscando ocultarse en el muladar.

Se van de sus casas, corren a la calle

soñando con esto borrar su dolor.

Por eso estos niños, niños de la calle

merecen cariño, respeto y amor.