En estos ojos poseídos de una pasión errante
por el carbón y el hierro que los provoca la lágrima,
Los tensos aeroplanos de plumaje invisible
Que recorren los labios a los montes copados de nieve.
En la extensión del cuerpo, de sus tierna piel medusa,
Sale la lumbre de unas cuantas chispas
que indica entre la mujer y yo: Aquí están tus manos
Proponiendo ser reales cuando estos sean sueños.
Basta mirar: se cubre de verdad la mirada y sonrojas el espejo.
Basta escuchar: retumba la sangre en los sentidos,
De cada aliento sale la ardiente bocanada
Que acerca tu laminado silencio a mi borracho holocausto.
Ah, aún te recuerdo bordando fuego en pueblo de mendigos,
has hecho un pueblo de la tristeza
Y un océano delos recuerdos.
De esta cárcel ya derruida prodigan los trigos,
El hambre camuflado de perdidos y olvidados besos
De un hombre que apenas a vivir se atrevía
con la boca amarrada y el sueño esclavizado:
de un cuerpo que andaba,vacilaba, crujía;
Un acero indestructible rodea ahora mi imperio.
Has forjado una especie de mineral sencillo,
que observa la conducta del metal más valioso,
Y acoge bajo la luz de la luna, ese llanto dormido,
la hélice, la salud, la vaga mirada de un vagabundo.
Mi mirada nevada de dolor y cautiverios.
Ayer consumí el pecado de barbechas metáforas
hoy proclamo la vida y se hunden los cementerios.
Ayer iban los ríos derritiendo los hielos,
quemados por la sangre de mis heridas.
Hoy descubro negocios,maquinarias, anhelos,
Que cantan su poesía a las flores.
Lento me llevan una huella
de zar sobre loshombros, un mustio calvario
que remoza su ocaso.
Esosojos seconvierten en casas de granito.
El corazón se queda desnudo entre verdades.
Y como una visión real de lo inaudito;oráculo indeciso,
Te busco en mis vanidades, a cada lado de la cama.
Como un arma afilada, desnudo a las horas
Y suena la dichosa garganta,
vibran los silencios sobre los montes.
Con la palabra de oro yacente
ordenando a la lengua prematura que edifica
un mundo feliz y trasparente
para hombres llenos de impulsos fraternales.
Hoy, a estas horas de ruidos vacíos y silencios vagos
Recorro ciegos planetas,
Quegiran su rostro de rayos hacia Mallorca.
Aquí está mi voz para hacerse escuchar
protegiendo mi aura de vertiginosos amores
En pequeños dormitorios con todas las tallas de zapatos.
En dormitorios al sol de la luz clara,
sangrienta de repente y erizada de astillas.
¡Si tanto amor se arrojara
sobre las dos cabezas y las cuatro mejillas!
Se arrojará, desde una tumba viva
Con pie de mármol y voz de bronce en eco.
mientras contemplo como edifica una vida
que fluye en forma humana detrás de su esqueleto.