No me enseñaste a vivir sin ti

Ahora que el amor se ha vuelto odio,
ahora que mi risa no puede reír,
son mis ojos los que lloran
de entre tantos ojos de París. No sé cómo voy a volver a imaginarte si tu última imagen fue una marcha sin adiós si no pude despedirme de aquel cuerpo que tantas veces me hizo el amor...
Y repetidas veces me voy a estar preguntando
si amaré a alguien más que a tí
pero cuando alzo la vista al cielo
hay una paloma que nunca dice SÍ Ahora que mi vida parpadea para acabarse que está en las últimas sin escuchar tu voz el corazón se va rodando camino abajo como las hojas de otoño tras un coche veloz...
Y si tantas veces voy a vivir sin tí,
otras tantas que moriré habiéndote tenido,
me acompañará el aroma de un amor que no murió
mas ya se muere quien más te ha querido.
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