Infinitos e interminables brazos quiero tener dentro de mis versos para así cubrirte toda, impulsivo y repentino, como las coplas que se extienden leves, casi imperceptibles, cuando el beso se aferra a los labios y los filos retumban tremendos por el roce inagotable, sublime y nuevo de inacabables deleites entre tantos hartazgos. Inesperados y dilatados hilos busco ver en la refriega -sus flancos - dibujados en coplas sedientas por morir en tus labios sangrantes, bordes urgidos por el deseo de amarte sobre el vientre, palmo a palmo y con impensados desenfrenos hasta sucumbir entre agonías en el fondo de mis quimeras. Insospechados e inventados trazos se me antojan en tus carnes delinear con mis antojos y en tus encantos pudorosos, esculpida entre delicias, dejar tallado en mitad de silencios el afónico gemido de dos cuerpos enfrentados a insólitos hartazgos, sucumbiendo extasiados hasta perecer. Y es que así, colocado en tu boca, bajo la lengua, quedará retenido el beso profundo y ardiente; dormitará dócil entre las sábanas y los pliegues de tus sueños, se revolcará entre las sombras de una noche en agonía, se agitará indómito entre los muslos, se resbalará por los contornos húmedos y tersos escurriéndose hasta llegar al delta donde quedará cautivo y mudo en tus harturas.él.