Recogiste lo que mostro tu sueño,
me presentía un ser muy especial,
nada abstracto nada demencial,
hasta me viste como tierno niño.
Me esperaba con la cereza cogida,
es para aquel que ni siquiera conocías.
En ti hay ternura y amor en demasías,
a un extraño ser entrega tu vida.
Te imaginas en la sombra mis manos,
escribiendo versos a tu corazón,
dibujas mi rostro solo por esa razón.
Me dijiste te conozco de antemano,
eres la persona de una poesía,
que me dio paz y redimió mi agonía.
Autor: Alcibíades Noceda Medina