Frente al mar
con la arena entre mis manos
grano a grano se me escapa,
se me escurre,
como les pasa a mis pensamientos
esos sueños lejanos
que con el viento se marchan
y no vuelven.
Frente al mar
mis huellas las borran las olas
y yo aquí sola le pido
que mis tristezas y mis miedos
se los lleve,
que los auyente de mi para siempre
que se pierdan y no regresen
que mis suspiros calmen los latidos
de este corazón paciente.
Frente al mar
un rumor suave y marino
de sonidos de caracolas
afloran en mis oídos
y mis sentidos sienten
que el tiempo se escapa
como se escapan las cosas sin poder hacer nada
como la arena, como las olas
quedando recuerdos sólamente.
Frente al mar
vuelvo a ser aquella niña,
que amaba y creía en el amor
acompañada de vuelos de gaviotas,
la que en las arenas sedosas dibujaba un corazón,
con tu nombre y el mío
dejando testigo
al mar del más noble amor,
espejo de mi alma y mi corazón,
donde yo quería ser la ola
y tu el mar, mi mar, ese mar
en el que posar mis labios
y nunca, nunca, nunca dejarlos de besar.
BONITA