Se encendia la tarde
cuando se apagaba el otoño,
las llamas del amor se nublaban,
tu en ese lugar, ya no estabas.
Se encendia el invierno,
en una mentira algo extraña,
todo estaba quieto,
la nada cobraba una mañana.
Asi pasaron las horas
entre el fuego y la nada
se apagaba un poema,
se morian miles de palabras.
Como encender las cenizas
como apagar la ignorancia,
el cielo se viste de invierno,
cuando el amor se calla.
Hoy y mañana serán nada
mas yo te esperaré siempre,
me ahogare en las estrellas
en la luna que se escapa.
Tu fuiste y serás mi adoración
yo seré la ultima oración,
te extraño y tu no sabes nada,
te adoro y es mi ultima palabra.
AUTOR: IVAN CARRASCO AKIYAMA /PSEUDÓNIMO: D_amadore