Diez, años más no tendría
Escuela, estudio y saber,
Campo lluvias y heladas
Zapatos, sin conocer.
Lejos de sus padres
Rodear mañana y tarde,
Ovejas, terneros y chanchos
Que importa, había que darle.
Ágil era el muchacho
Crecía y así lo aceptaba,
Por comida y aprender
El sufrimiento no le importaba.
Igual era triste sufrir
Lejos de los hermanos,
Sin que nadie te apachara
Y te tomara las manos.
El tiempo nunca pasaba
Sin tener porque reír,
Sin saber lo del mañana
¡Que manera de sufrir!
Muchos árboles espinozos
Había por el lugar, así es,
18 espinas de cada pie
Le sacaron de una vez.
Los talones irritados
Con las mañanas heladas,
Las manos con sabañones
Y lágrimas derramadas.
Así creció este muchacho
A pata pelá y poca ropa,
Eso lo hizo más fuerte
Y entender la vida toda.
Hoy son sólo recuerdos
De un tiempo ya pasado
Cuando la pobreza cala
Claro que es complicado.