Llegó la noche con el suave viento,
tu cuerpo desnudo sobre la cama,
se excitaba mientras una suave,
brisa lo envolvía y acariciaba,
cual viajero del amor junto a ti,
sobre la cama, mi cuerpo junto, al tuyo se postraba y mis manos,
tus exuberantes senos exploraba.
Mientras mis manos tus senos,
guiaban hasta mis labios,
tus pezones se excitaban y
duros y erectos hacia el cielo,
ellos miraban, mientras mis manos,
se desbocaban, hasta los abismos,
de tu cuerpo con dulces caricias y frenesí por tu entre pierna ellas,
con deseo entraban y exploraban.
Tus mano al sentir las mías,
las frenabas pero se apartaron tus
alocadas manos de los caminos,
inescrutables al sentir las mías, acariciado tu cuerpo desnudo y
tu sexo ardiente tus piernas,
se abrían facilitando mi entrada.
Cuando mis manos sintiendo tus
exuberantes y suaves muslos,
se separaban dejando tu rosado
sexo mojado, mi mente pensaba,
que mi cara entre tus sensuales,
muslos ella entrara llevando, entre tenues alientos mis besos, más dulces en tu sexo yo dejara.
Los recuerdos del estío y el frenesí,
a mi mente recordaban las dulces y
bellas noches de sexo y amor,
que mi lengua y mis labios te daban,
con sensuales remolinos apagaban
tus ansias y sedimentos de deseos,
a tu cuerpo locamente excitaban,
con amor y pasión intensa.