Cuando la noche, me invita,
A degustar... su mirar,
Cuando se asoma...un lucero,
Y desde lejos me llama,
Cuando el sentir me palpita,
Al descubrir que te espero,
Cuando cobija... la sombra,
Cuando el dormir ya te nombra,
Desde su lecho me clama,
Y me convoca...a soñar.
Al entrar en mi descanso,
De sopor...de gran remanso,
Gobernado...y cautivado,
Por seducción y fragancia,
Que esbozas con abundancia,
Calando.. bien mi memoria,
Rebozándola... de gloria,
En tenue...letargo alado.
El alba...empieza a rayar,
El día en preludio..a surgir,
Rutilante...mi visión agita,
Y entredormido y despierto,
Con tu encanto...sigo yerto,
Con tu imágen..que me incita,
Y ya no quiere...partir.
Fué tan grande...tu llegada,
Que aún conservo...el sabor,
Aun conservo... el aroma,
Como el estambre..en su flor,
Que muy ufano...se asoma,
Al no querer...desprender,
Y entre capullos...nacer,
Con su lama...alborozada.