"Te habías ido y te fuiste"
Carta de una linda y pequeña compañerita.
Amanecía y todos los días, mi temor de no encontrarte ahí donde siempre dormías, me hacia salir corriendo a tocar con desesperación e insistencia la puerta donde debías de estar. Abrían y entraba como rayo a buscarte entre almohadas y sabanas, yo besaba tu frente, tu cara, y lamia tus orejas, yo buscaba tus manos y te pedía con exigencia me rascaras la frente, la cabeza, la espalda y al final y satisfecha de más, que rascaras mi panza y no por comezón mas bien porque tus manos francamente fueron mientras duró ¡placenteras!. Después, un día me parece que para mi era nublado y triste, entre hasta el lugar en que dormías y al saltar yo ya no te encontré ahí, no estabas, no existías como todos los días. Te habías ido y te fuiste tan lejos que hasta el día de hoy ya no te volví a ver y quería verte, volver a sentir ese placer de acariciar con mi lengua tu cara, tu cabeza y lamer como agradecimiento ¡a tus manos! Nos volveremos a ver, te lo aseguro, pues yo te ayudare a cruzar en mis lomos el río.
Hay te encargo a Thais, a Glenis, a la abuela la luz, a todos, los que en algún momento me dieron amistad y cariño. Hasta pronto, nos vemos, cuando a cada uno, se nos acabe el tiempo.
19 de enero del 2019
Con amor y cariño
Valería pineda