¡Brezos estoy sembrando!
en mi dehesa escondida,
a ver si renancen orgullosos,
árboles de amor frondosos,
que den sombra y protejan mi vida,
Se quedó árida mi ancía,
reseca y falta de cuido,
casi perecen las célicas avecillas,
por ausencias de mimos... y ...
cantares... y... alegrías,
¡Por eso afanosamente siembro,
brezos en ciernes, todos los dias!,
para formar con ellos,
la cuna donde suave se mece,
la ilusión de mi vida,
¡Brezos relucientes y finos!,
de muy buena cepa,
que con sus frondas primorosas,
y con el rocio de sus hojas,
alimenten mi amor y acallen su queja,
¡Brezos estoy sembrando!,
en la dehesa de mi vida,
los riego con la esperanza,
de estar junto a ti, algun dia,
y con la ternura, que en mi alma,
aún se encuentra escondida...