Deja que mis ojos te agasaje,
en esa creciente sed de mi delirio.
Y con el afan de los caprichos en virajes,
sueltos a cada deseo que ansío.
Por favor,no apagues de mi pecho el desvario,
ni la honda tersura de la pasión.
Que aún enredada en silencio,
palpita de amante el corazón.
Solo mio,el delirio vehemente,
que se trasnocha en lo profundo de la ilusión.
Y son desvarios que se consumen locamente,
trás el hechizo de una mirada de emoción.
Con el divino olor de la locura,
se prende de amor los antojos.
Que solo el delirio tiene cura,
en tu cuerpo y en tus inefables ojos.
SOL.