Busqué y busqué,
el otro día desde la mañana,
me fui a recorrer las calles
que se ven desde mi ventana.
Busqué y busqué,
por un lado y otro
cada rincón que me encontraba,
sin dar tregua a mis pies,
recorrí toda la manzana.
Busqué en el jardín
que se ve desde mi casa.
Busqué y busqué,
y sin darme cuente me aleje,
la luz del día se fue apagando
y yo seguí y seguí buscando.
Las farolas de las calles,
se fueron iluminando
para dar luz a la noche
que se iba acercando,
y yo sin encontrar
lo que estaba buscando.
Cansada de buscar,
me di la media vuelta,
y cuando por fin llegue a mi hogar,
entonces me di cuenta
que el tonto había hecho,
dando tantas vueltas,
pues aunque busqué y busqué
nada encontraba,
porque en realidad no sabía
lo que buscaba,