Hoy me ha costado conciliar el sueño,
una sensación casi divina,
me produce el pensar que eres mi dueño
hace cuarenta y dos años, una vida.
Siento el amanecer entre tus brazos
y se me agranda el alma de alegría,
tu cuerpo acurrucado en mi regazo
contagiándome calor, tu amor ,tu vida.
La luna se asomó como al descuido,
en voz baja te dije muchas cosas.
La luz del cielo iluminó tu cara,
y descubrí que te fingías dormido,
tus labios sellaron los míos y dichosa,
disfruté de ese amor, con muchas ganas…
® Susana Valenzuela
15-12-09