Corriendo como hace los niños en su alegría
se observaba a él,
junto a la playa donde olas de sonrisas,
acarician pies descalzos;
marejada de viejos recuerdos vividos,
despiertan su infancia.
y en su intento de atrapar
paisajes oníricos; mariposas perdidas
en el trajinar de su mocedad,
descansa en su letanía.
Buscador de envejecidas historias,
retratadas en pupilas de adulto,
ansiando un sorbo,
trago de reminiscencias pretéritas.
Amigos olvidados en junglas de concreto,
cuatro paredes, santuario lúgubre,
cárcel rebajada en el inframundo
de salarios ínfimos.
Y con el estrés martillando
sienes adoloridas por cuentas sin pagar...
Viene la quietud de brisas marinas, donde
se olvidan todas las sensaciones ensombrecidas;
vuelven la niñez, la playa, los recuerdos de infancia…