"SUSPIRO Y ESPUMA"
La tarde es una nube vaporosa
que lentamente el horizonte embriaga;
los tálamos son nimbos
donde el amor comparte sus gladiolas.
Luna manchada, densa
noche sin brillo apenas
esparciendo sus céfiros
en un trémulo edén,
intrépido vaivén de los suspiros,
escarcha que nos ciega,
polvo, polvo de estrellas declinado,
perla invisible al tacto
perturbando mi estancia sin salida,
perla blanca gimiendo en el insomnio,
concha del mar añil,
espuma de un suspiro, rota nave
en cuyos mástiles adormecidos
se posan y reposan las gaviotas.
Conciencia sin dobleces;
perpetua luz fugada de las sombras,
oscura sinrazón
inusitada gravedad del alma
entre lirios y rosas.
Oquedad de presencia
donde el perfil, el filo, el ángulo
de un cuerpo que se evade se complace.
La ingrávida vorágine del aire,
las múltiples palomas que me invaden
¿son acaso la imagen sin sonido
que del sentido al corazón deslumbra?
Tarde que va y que viene inagotable,
paciencia que se agota
sin ilusión, candente
condenada a morir sin compromiso.
¿Es la pasión, acaso,
de un dolor descompuesto
cara a cara al espasmo
de la esperanza abierta al desencanto?
¿La esperanza del tiempo
que margina la dicha
que otra esperanza rompe?
Te busco, eterna tarde.
Mis manos aletean consumidas,
tibia brisa perenne que se esparce;
dame tu ocaso agreste
esa agonía roja que te punza
esa luz que se apaga
y que en fiebre se plasma.
Lleva ¡oh tarde! las ansias que me informan
íntegras como el llanto
viejas barcas que se hunden
en la niebla y se pierden,
una estrella marina que sonríe,
que me adula y te adula
para pertenecerle.
El vértigo, el mareo,
el deseo que clama,
la ilusión que se anula,
la amable soledad que desaliña,
los brazos que se afanan y se estrechan
como dos eslabones herrumbrados;
una sonrisa azul que se divierte
que te burla y me burla,
algo que haga llorar y que me llore.
Regrésame, honda tarde,
el llanto que se atasca y se confunde
con la paz que me elude y me transforma.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos Reservados)