Compenso la tristeza y la alegría
en una balanza de fuertes sentimientos,
y del lado opuesto a la tristeza
se inclina la alegría en este momento.
Pasaron las tormentas por mi mente
hace un tiempo, y de su recuerdo
ya no queda ni el dolor sentido,
que trató de hundir mi firmamento.
Sigo aquí, lleno de pasión y anhelos,
viviendo la vida en sus paradojas
llenando de amor las fértiles rosas
y de esperanzas los bellos deseos.
Sigo unido al ritmo frenético del tiempo,
que no olvida el pasado, pero si perdona,
por razones secuestrado por improperios
de un momento ya perdido y olvidado.
Sigo en ti, bella amapola de mi universo,
distrayendo el tedio consentido de tu ausencia,
en idilicos lugares donde sepultar mis versos
apaciguando la voraz gula de mi abatimiento.
Sigo anclado en el presente de mis gemidos,
suspirando por tenerte en el marco de mi cordura,
que a veces, se olvida de la justa locura,
del irremediable amor servido por tu hermosura.
Sigo aquí en tu sitio, en mi rincón,
cuidando de ti, cuidando del tiempo,
cuidando del fiel y sentido amor
que fluye por todo mi cuerpo.