"Nunca sabré cómo siguió él la noche."
Durante ese tiempo, a pesar de los mareos , la angustia
De un tratamiento tan arduo, envuelto
En una sensación de bienestar. En algún momento, antes de entrar,
Existía la remota muerte, el miedo a no despertar.
Vino a verme, recién salida de la UCI, me mimó; sus ojos reconstruían
Los pilares que sostenían la pena, un dolor que acercaba su cuerpo
Al regalo de mis manos. Pero más allá de esas horas, el momento
No servia de excusa, de algún modo, pensé en disfrutar de su piel,
Abrazar su cuello con mi labio, tornar poesía al hacerle el amor,
Desterrar las idas y venidas de sus latidos.Ellos son así:
Compitiendo cada uno a su modo, gozando de ese flujo de sentimientos
Que cada uno posee, haciendo el valiente de las emociones;
Durante el rato que estamossolos.
Equivocarmeal darle el cariño de las letras
Después del matrimonio, para perdonar el pasado,
Cualquier pasado errático.
Después del abrazo, renunciando a tener protección,
Capaz de identificar lazos invisibles, quise ofrecer mis labios,
Al lado oscuro de la noche, a personas que jubilaran la tristeza,
Pero no pude, no sólo porque no sabia jugar con sentimientos,
Porque decidí equilibrar el presente con el futuro,
Ser dueño de mi horizonte, descubrir entre la palidez de su rostro,
Que entre nosotros, aunque fueran años luz, el amor existía.
Mimo cada letra que me escribe,la acicalo en mi piel y la duermo
Junto al hogar de la almohada. La protejo en la densa tela de araña
Que existe entre el amor y el silencio, entre la lejanía del cuerpo
Y la cercana lectura de nosotros mismos.
Me examino en silencio, tal vez en su erotismo desnudo mis mudas palabras
carecen de huellas que puedan ser seguidas por un rastro. Pero anhelo,
Quisiera respirar solo instantes de su boca, susurrar a sus ingles
Como quién susurra a los caballos, morderle los contornos de la oreja
Mientras mis manos se posan como las de una mariposaen su pecho.
Tal vez, por la mañana de un nuevo calendario, el espejo me dé ánimos,
Y a finales de junio, todo cuanto lea, sea un gabinete de estrofas y versos.
Nunca sabré cómo siguió él la noche.
Aunque él supo que después de esa noche; los zapatos
Que se adaptan como un guante a los pies, esos que no muerden,
Que combinan con todo y que puedes llevar a trabajar o a bailar hasta el amanecer,
Esos zapatos, siguen estando en alguna zapatería
Esperando sus lindos pies.