La noche desplego sus alas
y la obscuridad se le abrazaba,
como un mendigo un beso imploraba,
y su sentencia fue recibir nunca nada.
como ave perdida volaba,
y sin rumbo fijo se ofuscaba,
no había línea divisoria
entre la realidad y lo que inventaba.
como estatua de sal se desplomaba,
nunca fue erguido a su vida nada,
luchaba en vano contra los fantasmas,
sus manos encallecidas fruto no daban.
qué locura, sentir que era acompañado,
si a su sombra el solo le hablaba,
le contaba sus penas y sus nostalgias,
en un morral en su espalda las cargaba.
era un vagabundo de vida ,
que por amor se perdió un día en la nada.
nada pedía hoy. . . . . . solo ser alma comprendida.
mas sin embargo. . . . . . .
NADIE ESCUCHABA SU RUEGO.
ERA IGNORADO. . . . . .NADIE LE VEIA.