1.
Dios hizo al Mundo en seis días
Y al Séptimo descansó,
Según nos dice La Biblia.
Si necesitó descanso,
¿Es que tanto se cansó?.
¿Qué diferencia hay entonces,
Entre los Hombres y Dios?.
Ante tal interrogante
Solamente esta Respuesta
Me parece razonable:
No pensaba en su Cansancio.
Sólo en el nuestro pensaba.
¡Qué pronto empezó a ser Padre
Que por nosotros velaba!.
Dios, desde el Día Primero
En que creó la Creación
Nos dio ya el primer Ejemplo
De su Amor y Protección.
2.
Al crear la Creación
Dios Nuestro Padre se hizo.
Y al hacerse Nuestro Padre
También nos hizo Sus Hijos.
Dios cual un Padre nos habla.
Y en un Padre van unidos
El Amor y la Enseñanza.
Dios al inspirar la Biblia
No es Historiador que narra.
Es Pedagogo que enseña
Y como a Niños nos habla.
Y al Niño sólo se llega
Como llegan los Poetas:
Con Fantasía y Metáforas.
Si hablara como un Científico
A todos desconcertara.
Nadie le hubiera creído.
3.
Dios no precisó Descanso
Ni descansó por Cansado.
Nos mandó que descansáramos
En premio a nuestros Trabajos.
Dios quiso que descansáramos
Para que mejor le honráramos
En el Día a El consagrado.
4.
Dios creó al Mundo en seis días
Y al Séptimo descansó.
Pero ante Injusticia tantas
Como al Justo le persiguen
Y Dios contempla Impasible
Justo parece que insista:
¿Es que aún descansando sigue?.
¿Es que aún duerme todavía?.
Ante tal interrogante
También tengo una Respuesta
Igualmente razonable:
Su Divina Providencia
Al Tiempo no está sujeta.
Nosotros sí que lo estamos.
Y de ahí nuestra Impaciencia
E incomprensión al juzgarlo.
Si creemos y aceptamos
Que vamos a acabar todos
En la Gloria o el Infierno
El día que nos muramos,
El que al fin se haga Justicia
Es sólo cuestión de tiempo.
No tengamos tantas prisas.
Esperemos. Esperemos.
Dejemos que el Tiempo pase
Muy despacio, poco a poco
Y veréis cómo veremos
Qué pronto que se hará pronto
Para no hacérsenos tarde.
Esperemos. Esperemos,
Que más lenta o más veloz,
Ya la Justicia de Dios
Llegando., llegando está.
Y a lo que ya está llegando
Dalo por llegado ya.
Esperemos. Esperemos
Sin perder jamás la calma,
Que las cosas siempre son
Como las cosas acaban.
Y desde Su Eternidad
Dios está viendo lo bien
Que todo habrá de acabar,
Por más que todo empezara
Y todo siga tan mal.
Así pues, en consecuencia,
Nuestra Impaciencia aplacemos,
Que a la hora de hacer cuentas
Lo que cuenta., ¡es el Final!.
Y desde La Eternidad
Dios, Paciente, nos espera
Y a todos nos juzgará.