Ya no está,
ya se fue el hada de los sueños
volando entre fuegos para llegar al cielo. ¿Qué pasó por su mente?
Dejaste olvidadas tus semillas
para volver al árbol del que salieron,
¡cuánta prisa te diste! ¿Dónde estás, hada?
¿Por qué no me alumbras con tu luz? Es muy difícil saltar
si no tienes a nadie que te coja,
y tú no estabas. Apenas queda nada de ti,
a penas hay recuerdo.
Pero yo tengo un secreto,
yo guardo algo de ti,
algo muy dentro. Blanca flor que crece año tras año,
te tengo aquí, en mi balcón.
Porque yo no quiero papeles,
no quiero muros,
no quiero piedras.
Yo me siento muy orgulloso
con un ciclo blanco de vida,
un ciclo tuyo que se quedó escondido,
esperándome.
Esperando a todo aquél que supiera encontrarlo. Tu herencia,
tu recuerdo,
tu calor…
tu azucena y ahora mi azucena.