De lejos, cuando descubrí tu existencia,
como cuando miro a la luna, así era en mí tu presencia;
de cerca, de Estío en una tarde,
fue cuando mi corazón bizarro se animó al tuyo hablarle.
De lejos, de cerca, así es mi historia contigo,
de lejos, de cerca, así es como yo vivo.
De lejos, muy lejos nuevamente en mi vida te encontré,
luego que tan cerca yo te tuve,
luego que de tu presencia tan cerca yo anduve.
De lejos aprendí a mirarte,
de lejos me acostumbré a hablarte,
de lejos me imaginaba tu figura
que antes admiraba con dulzura.
De lejos tu voz imaginaba,
de lejos tu torna yo esperaba;
de cerca, tan cerca a mí,
como a mi piel la ropa,
yo te sabía,
y de lejos, como el satélite de Marte,
tan lejana de mi boca
yo te veía.
De lejos aprendiste a conocerme,
de cerca ante ti,
algunos de mis miedos desvestí,
de lejos, prefieres a veces tenerme,
de lejos algunos fantasmas mios te hacen verme.
De lejos, yo te juro y te apuesto lo que quieras,
que si me dices, que si me quieres de lejos o de cerca,
aún no te das cuenta,
entonces yo sabré que eres sincera.
De lejos, de cerca, así mi historia contigo es,
y muy de cerca te tengo en mi vida esta vez;
de lejos, bien lejos así yo te siento cuando me pides un poema,
y de lejos, bien lejos yo te quiero de mis tristezas, de mis miedos, mis fantasmas y mis penas,
y de cerca yo te sentiría, cuando en vez de pedirme un poema,
te animaras a escribir conmigo el más bello poema.
De lejos, de cerca, así se ha escrito nuestra historia a veces,
y de cerca, muy cerca a mí, yo se que mi vida te merece.