Un destello de luna,
cayó sobre tu sombra,
parecía una novia
arrastrando su velo blanco,
yo bailaba con élla
un hermoso vals.
Tú estabas celosa,
porque yo la tomaba
tan delicadamente.
Tú me preguntabas desenfrenadamente,
¿quién es élla?
y yo te respondía al ritmo del vals
es tu alma, es tu alma.
y tú encegueciste,
no me creíste,
y quisiste matarla,
la tomaste del cuello...
yo no sabía a quien consolar...
a tu odio, a tus celos o a tu alma.
Y en ese mismo instante,
sentiste un dolor en tu pecho,
me tomaste de la mano,
me diste un beso,
y jamás volviste a sentir celos.