Esta noche se muere un año.
En esta ciudad, todos duermen;
La luz que cobija losgritos, ¡ah, cómo gritan!;
Tienen su luna cerca…
¡Yo estoy tan solo; en este invierno,
tan solo! estoy con tu recuerdo, y el recuerdo es un año
Que anduvo eterno.
Si me vieras, si me escucharas,
Calzado de locura, con ropajes de lino,
tambores tronando en los oídos,
cencerros, clarinetes y trompetas;
eldiablo, con cerillas prendidas en el rabo,
anda por estascalles inventando piruetas,
Con el recuerdo bisiesto
marcho como dos penas.
Esta noche en que todos se ponen
en los ojos la venda,
Quisiera poder tener la fuerza del olvido
Cerrandoun libro,
Partir al Haber de la Muerte,
por lo que viene y por lo que se queda,
y gozar del ayer en la perdida.
Y cuando el reloj anuncie el final de un año cualquiera,
al compas de las horas,
las doce uvas mas unade la noche que se aleja.
La alegría de cada cual va sola, y la tristeza
Se queda al margen, en compás de espera,
Encasa ajena.
Sin conocer a los mendigos quebuscan entre las manos
hormigas y escorpiones de la misma cueva;
y yo que estoy solo, bajo un árbol de robusta fortaleza:
Aprendiendo a ser caudillo
Y recibir el amor con los brazos abiertos;
Saludar al cielo, empujando las toneladas de lágrimas
Con la ayuda de los amigos íntimos, y tú,a mi lado,
algo triste, prediciendo mi destino.
Leer los grandes libros de la biblioteca,
tomos y más tomoscon imágenes
que hablaban de los reinos
Que ignoran tu naturaleza.
Dondeparece enterrado los licores de los labios
Con el dulce sabor a cerezas,
Uvas más dulces que la miel de las abejas.
Entonces la sazón del invierno
Medra en la avenida que recorre todo el océano
Donde los pies hacen saltar el agua fresca.
¿Por qué razón estoy yo aquí?
soy un hombre a solas en busca de un camino.
En una era donde serpoeta
Puede andar unos metros sin aire
Y correr los cielos mas hermosos
Cuando al son de los últimos rayos
Verso mis versos con el rocío del poema.
Y no pienso enque se pierde todo,
Poreso en esta noche, mientras arrimo los ojos
Allibo de la última gota
del año que se aleja;
retazos de carbón en la cabeza,
y ojos tan bellos que por mí regaron
su clara pleamar en tus ojeras,
todavía, estoy loco por estar de vuelta,
Surcando en las ondas de una bañera,
No quiero volver cuando estés vieja.