Siempre te ví tan fuerte,
tan imponente ante los demás,
¡tú mi hermana! , aquien le pido consejos,
a la que siempre veo tan tenaz ante la vida.
Pero hoy, hoy que estábamos frente a frente,
me dí cuenta que toda esa valentía que posees,
es solo una careta;
pues ví hermana mía, que sufres, que te sientes sola,
y que sientes tu alma muy herida.
Me hiciste ver, que la soledad que hoy pasas,
que este martirio que tienes te hace sufrir.
Me diste un sacudón en mi alma, me hiciste pensar
que estar sola no es bueno.
Hoy hermana mía lloré, lloré por ambas.
pues ví que las dos tenemos algo en común y
es encontrar el verdadero amor.
Y estas lágrimas que caen sobre mi faz,
es por el dolor de tu sufrir, ese sufrir de ambas.
de encontrar el verdadero amor tan añorado.
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