Un desierto,
Donde se pierde tu cuerpo…
Entre la arena,
Quema más que el infierno…
Mira mi pecho,
Para ti,
Siempre abierto.
Mira mis ojos,
Como se van muriendo…
Si no te veo.
Se hacen despojos,
Y ahora nada entiendo…
Nada quiero…
Una mirada,
De las que llegan adentro,
Ahora ya entiendo,
Tus bragas: ultima parada,
Estoy ardiendo….
Otra vez me está subiendo…
A destiempo…
Y me da igual…
Olvidaremos,
Todas las horas que pasamos…
En el suelo,
Campo abierto,
Echaremos a correr juntito al viento.
Viviremos,
Como un par de perros callejeros,
Libres entre escombros y basura.
Compañeros,
De la noche y su locura…
Siempre en contra,
De abrazar esta enchochada espesura…
Que devora y oscurece,
Lo poco que nos queda de cordura…
Lo que importa.