Vengo a morir
Estuve levitando en recuerdos de tarde, Noche.
No sentía el dolor: mi peso; no sentía el pasado, Luna.
Y tan perdido en la A, no sentía adormecerse mundo olvidado.
No sentía mis años, ni mirada ensebada de estrellas, Cielo.
Podía morar una palabra, un segundo y el brillo de sus ojos;
había olvidado que estar solo significaba soledad
y que el tacto no siempre chismosa de la realidad.
Mis pasos conocían el camino de regreso a casa, Recuerdo,
y mis lágrimas jugaban a ser siempre durmientes, Vida.
Profundo el suspiro que hería mi pecho al despertar,
y gran regocijo oír la lluvia las hojas del arbol acariciar.
Pero ahora? Mis años se esfumaron, Ombliseñora!
Mis ojos son abstracta oscuridad de puerta cerrada,
mis labios grietas, son opaca alameda que lleva a la nada.
Y vuelvo a caer, vuelvo a morir, vengo a escribir tristeza.
El vestido sólo esconde esta noche mi pudor!!
Ni las frazadas de la Abuela podrán calentar mi dolor!!
Ahí, su silencio en mi oído!
Y en lugar de corazón, mi quejido.
...Y si tuviera que llorar por Ti, Madre Querida,
sólo tengo un par de lágrimas y más heridas.