Que necesidad en mi tiempo por vos tengo,
que necesidad de vos, que cada noche ibîdem por-
vos vengo,
que necesidad de hoy, mi pena y mi llanto -cantarte,
que necesidad de a la vera mia hoy y siempre -anclarte.
Que necesidad de en el abrigo de vos abrigarme,
que necesidad hoy tornes para el llanto calmarme,
que necesidad de tu piel y mi piel, tu alma y mi-
alma concadenar;
que necesidad y que urgencia de empezarte a amar.
Que necesidad en mi silencio y en mi noche oir tu-
voz,
en ese mismo instante en que lucubro por vos;
que necesidad en este luctuoso dia, me arropen- tus palabras de aliento,
que necesidad que tu alegrîa y ventura me pongan-el corazôn contento.
Que necesidad que lincees lo ignoto del meollo de-mi alma,
que necesidad que la paz que hay en vos, a mi- vida de calma
que necesidad y que urgencia de en el alma mia-tatuarme tu nombre, tu rostro y una inmensa- sonrisa;
que necesidad de llegar a cada rincôn de tu-cuerpo nudo al sol, convertido yo en brisa.
Que necesidad de tu cuerpo nudo vestir con mis-manos y mis labios,
que necesidad de momentos de placer, ternura y-pasiôn brindarte varios;
que necesidad que mi alma ignîvoma con su fuego- llegue a bañarte,
que necesidad que mis alegrias, mis sueños, mi-sonrisa, mis ojos vivos y mis sentimientos a vos- pueda alcanzarte.
Que necesidad que este poema hoy llegue a tus-
manos;
que necesidad de mis besos y mi corazôn-
medianamente jironado entregarte
que necesidad y que urgencia de sentirte- nuevamente esta noche a vos,
que necesidad y que urgencia de entregarte mi-
alma, sin siquiera oir tu voz.