Sueño que hay imposibles,
posibles,
porque un día tus manos
me despertaron,
de un letargo que se volvió sueño,
porque cuando nada esperaba
el sueño se volvió vida.
Cuando el sentimiento,
amarilleaba con colores de otoño,
tu verdor,
el agua que llegó de tus manos
con forma de palabras,
con sentimientos,
con ternura,
con pasión, adormecida
llenó mi jardín,
con todos los colores de la primavera.
Hoy deseo que no quede
un rincón de mi alma,
que no sienta tu amor,
quiero que sepas
que mi cantar es tuyo,
que el amor que me habita
es aquella semilla,
que un día, quizá sin querer,
dejaste caer en versos
y hoy, ya florida,
crece vigorosa,
cada día que empieza,
días en los que habitas,
como habitas mi alma,
como habitas mi cuerpo.
Por eso desperté del letargo
para vivir un sueño.
porque si hoy sueño, vivo, amo
es por ti.