Me acostumbré a tus caricias,
como el niño a los brazos de su madre...
tan grande es este amor que se adivina,
que nadie, sabe cuánto puedo amarte...
Tal vez...
tal vez son tus abrazos,
o de nuestros momentos cada parte,
o tal vez, tu pícara mirada, mi avaricia,
o tus ojos cristalinos los que me hacen adorarte.
No sé...
de pronto confundo tu imagen
en todo aquello que por último miraste...
quisiera seguirte a todas partes,
y poder estar contigo sin hablarte...
Me acostumbré a tus manos, a tu pelo...
a tu forma de ser, a tu sonrisa,
me gustan tus labios, tus caricias,
y el beso que me das, en la mejilla...
Es tal vez,
mi modo de extrañarte,
tu manera de ser tan cariñosa,
o tu reto de cada vez en cuando,
o estas ganas de ser...
la que te nombra!!
la que sigue al instante tus caprichos,
la que besa tu cuerpo y te acaricia,
la que siente en tu mirada
el fuego ardiente,
y la ilusión indescriptible,
de saber, que tu me quieres !!