Aunque tú no me veas, yo te veo.
Aunque no me presientas, voy contigo.
Soy de todo lo que haces un testigo
y aunque tú me negaras, yo te creo.
Soy de ti lo mejor de tu deseo,
lo mejor de tu vino y de tu trigo.
En Invierno tu más cálido abrigo,
de tus playas el mar y tu mareo.
En tus noches cerradas soy lucero,
brisa soy en tus áridos momentos,
solución de tus ríspidos conflictos.
Y aunque tú no me quieras, yo te quiero
porque en cosas de amor, mis sentimientos
son guerreros confesos y convictos.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC