Cita en el Café Vergel.
¿Cómo no acudir a él
Si eres tú la que me citas
Y ya el Corazón me grita
Que muere, si no te ve?
Cita en el Café Vergel.
Larga espera.
Mi Corazón, de impaciencia,
Desespera.
Los minutos se hacen horas
Esperándote.
Los minutos se hacen horas
Y empiezo a desesperarme,
Pues no llegas
Y ya es hora.
Y empieza a irse la tarde.
Mi impaciencia se hace Angustia:
Ya empiezo a dudar que acudas
Y mis dudas
Poco a poco van matándome,
Como espinas que se clavan
En mi carne,
Y mi Corazón y mi Alma
Van llagándome.
Cita en el Café Vergel:
Vergel, cuando estás Tu en él.
Yermo triste, nada más,
Si no vienes.
O te vas.
Y a mi la Tristeza vuelve,
Pues no sé si volverás.
Lo hace Vergel tu presencia.
Pero se vuelven abrojos,
En tu ausencia,
Sus rosas, ante mis ojos.
Antonieta, Amada mía:
Déjame que te lo pida
Una y otra y otra vez:
Ven a Vergel presurosa,
Que sus rosas no son rosas
Cuando Tú no estás en él.
Mas Paraíso se vuelve
Cuando tu vuelves a él
Y el Gozo vuelve contigo
A inundar todo mi ser.