Cuando se encuentran dos almas gemelas,
se lleva el viento cualquiera barrera,
porque el amor no se altera con nada,
todos los cambios se enfrentan unidos,
jamás se dobla si intentan quebrarla.
Es una marca profunda en el alma,
las tempestades contemplan seguros,
sin agitarse jamás en lo adverso,
hay una estrella que guía la senda.
No es temporal el amor en la esencia,
aunque parezca al besar frescos labios,
o finas redes que envuelven de pronto,
y los fugaces andares no alteran,
lo que sustenta el amor sempiterno.
Lupercio de Providencia