Ahí viene cabalgando, el charro de Zitacuaro, con aires de mexicano, montando un caballo brioso, corriendo una vaca, y con su reata, charreando se destaca. Con su sombrero, de mexicano, a lo puro mero macho, hace piruetas con su corcel, tirando magicamente su cordel. La gente grita, vamos jesús! echale mi cuate! y como un valiente, se la juega, al amparo dela luz. Jesús piensa, en la charreria, de noche y día, y como un glorioso jinete, canta, hasta el final, arreando, un hermoso animal. Cuando sale a la pista, ya no es el dentista!! se transforma en actor, produciendo, una simbiosís, hombre y caballo, SI SEÑOR!.- OSIFAZ- POETA DE VALDIVIA. CHILE- 2 DE AGOSTO -2010.-