En la dulzura de tus brazos, me encuentro amándote,
entre sabanas blancas, fundiéndome, desbocándome,
condenado a tus labios y su manjar de trenzados besos,
entre mil sabores de madrugada,esclavo de tus fuegos.
Entre tus ojos me pierdo en tu mirada furtiva,
eres calor de mi alma, y sus encarcelados deseos,
eres como lluvia de caricias sensuales, sangre viva,
me desarmas con furia melódica y pasionales suspiros.
El placer de tu cuerpo va prendiendo el fuego de mis adentros,
Y mientras mi siembra te alcanza anhelante, te transformas,
estallas agarrada como la tierra al árbol, alimentándonos,
ahora mi voz es un suspiro que se pierde, y que tu, con tus besos silencias.
Pedro Javier 16-11-2010